Desde hace un tiempo ya que el mate y los bizcochos agridulces se volvieron parte de la cotidaneidad de nosotros. Entre palabras de colores y gestos que acompañan, ideamos y volamos juntos hacia horizontes inhóspitos donde sólo nuestra imaginación en tiempos sin tiempo puede llevarnos. Sólo así encontramos en cada tarde fría calor de verano, y, el regocijo de estar, ser y vivir el cambio que ansiamos y creemos posible.
Saludos a todos ustedes!!!
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